Con este artículo daré por finalizado tanto Pingüinos como Motauros 2015, concentraciones, que se han visto enfrentadas este año a raíz de la suspensión de la primera.
Y éste, y me refiero al artículo, viene motivado por los comentarios que ha despertado la crónica de Motauros 2015. Que si cortes de encendido, que si coches, furgonetas, remolques y demás cuatroruedas en la zona de acampada. Aspectos todos ellos organizativos a mejorar, o no, si así lo cree conveniente la organización.
Espero que si este artículo llega a algún organizador de Motauros 2015 tome buena nota de esta crítica en tono constructivo pues no tiene otra intención que la antes mencionada, y al igual que pasó en su día con algunos artículos de Pingüinos 2015 que provocaron la llamada de Mariano Parellada y una buena conversación con él, estoy abierto a todas las explicaciones por parte de Motauros si así lo ven necesario.
Tampoco tomaré parte ni de una ni de otra, aunque a tenor de las fotografías el lector puede hacerse una idea de donde estuve mejor. En mi opinión, una concentración motera de estas características debe velar para que el motard que hace cientos de kilómetros para plantar su tienda esté, al menos, en un espacio que pueda tener la moto cerca y espacio.
Pero prefiero que sea el lector con sus comentarios en este artículo o en las redes sociales el que debata sobre donde prefiere ir, o los pros y los contras que ha encontrado en ambas concentraciones.
MOTAUROS 2015 (Más abajo las de Pingüinos 2014)
PINGÜINOS 2014
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