
Y antes de poner a BMW a parir como haría cualquier otro, prefiero mirar en mis errores. Si no quieres una BMW con sus sistemas de seguridad pasiva pues cómprate una XT, pero si tienes una BMW a lo mejor deberás entender que pasar por el ordenador y el concesionario oficial es casi, casi, obligatorio, al menos, una vez al año o antes de cualquier gran viaje.
Las cosas se desgastan o se rompen por el uso, y si no tienes ABS o ASC no te preocupes por ello, no se romperán, pero diariamente sufrirás más que yo al conducir. Tomé una decisión en su día, ser usuario de BMW, y eso conlleva unos pros y unos contras sintetizados en algo económico.
A mi el supuesto ahorro de un lado me ha salido muy caro por el otro, y en el segundo caso, es mucho más grave que el primero, pues al final ha afectado a mis vacaciones, mis sueños y lo más preciado, mi tiempo.
El presente escrito está realizado con todo el rigor y seriedad que me caracteriza pero goza de cierta ironía que no pretende faltar a nadie. Si alguien se siente nombrado o identificado de una forma personal que se lo tome con humor, con mucho humor, ya que el comentario se aleja de cualquier crítica malintencionada. Este escrito pretende en todo caso ser una crítica o una autocrítica constructiva para aprovecharnos de esta experiencia en un futuro si a alguien le vuelve a suceder algo parecido.