Un rugido que no es familiar llama mi atención y me despereza en una fría mañana de junio, se asemeja al sonido de un soplete de gas a máximo rendimiento. En un primer momento y bajo la pesadez mental de la hora intento recordar donde me encuentro mientras suena intermitentemente ese "guuuuuuuj- guuuuuuuuj- guuuuuuuuuuuuj" algo molesto. El dormir en tienda de campaña a veces me hace perder la noción de mi situación geo decimal, el vino de la noche anterior también.